jueves, 17 de febrero de 2011

El caso de BUBU

Bubu con 2 meses


Bubu es nuestra Cocker Spaniel, una perra muy cariñosa y a la vez nerviosa, propio de esta raza. Ahora tiene 13 añitos, y hoy en día nos alegramos muchísimo y damos gracias porque aún nos haga compañía, ya que en Octubre del año pasado se le diagnosticó Cáncer de Ganglios Linfáticos.


Como debe ser, y ante el rápido desarrollo de esta enfermedad en Bubu, nuestra veterinaria nos informó de todo y nos comentó que debíamos hacernos a la idea de que a Bubu, en el peor de los casos, le quedaban unos cuatro meses de vida. Esto al principio supone un shock para cualquier persona que tenga mascota y que la adora tanto como yo. A partir de ese momento tocaba cuidar y mimar a nuestra perra más que nunca, para darle, como nos dijo nuestra veterinaria, la mejor calidad de vida mientras se encontrase estable y no sufriese.


La simple idea de que llegue un momento en el que Bubu esté sufriendo y tener que poner remedio a ello es algo dificil de digerir. Antes de que ocurra esto, la opción de la quimioterapia en animales es algo factible, pero dado el avanzado estado del cáncer de Bubu, someter a nuestra perra a un tratamiento doloroso que ella no comprendería para apenas alargar unos meses su vida no nos pareció un camino a elegir ni a nuestra veterinaria ni a nosotros, quien nos apoyó en todo momento.


La enfermedad apareció de forma repentina, y cuando se le diagnosticó en Octubre apenas llevaría un par de meses o tres de desarrollo de la enfermedad. Hasta entonces no se le pudo detectar puesto que no tenía ningún síntoma. La inflamación de los ganglios del cuello fue el aviso de esta historia. Comenzó a perder un poco de peso, y nuestra veterinaria nos aconsejó realizar un control semanal del peso y del tamaño de los ganglios. Estos cada vez iban aumentando más de tamaño, y a la vez notábamos como Bubu perdía vitalidad, y apenas quería moverse.


Tras estudiar el caso de Bubu, y con la ventaja de ser mi perra, me decidí a tratarla con Flores de Bach. Debido al cáncer que tiene, el tratamiento que preparé iba encaminado a mitigar el dolor que pudiera estar sufriendo, a darle energía y vitalidad, aumentando así su alegría, encaminado también a darle fuerza y a la vez producirle alivio en el camino de su enfermedad. Y también preparé la fórmula de dicho tratamiento para ayudarla a su limpieza por dentro, a su organismo, al mismo tiempo que le ayudase también a la curación más rápida de los eczemas de piel que le salen desde que tiene la enfermedad.


Bubu en la actualidad

Han pasado 4 meses desde que le diagnosticaron el cáncer, tres meses desde que comenzó el tratamiento con las Flores de Bach, y a día de hoy Bubu no ha mostrado dolor. Es más, desde que comenzó con el tratamiento solamente hicieron falta tres semanas para empezar a ver que Bubu iba recobrando la energía, y volvía a tener más vitalidad, con ganas de salir a la calle y de ladrar como siempre. Y quisiera señalar algo muy importante, en ningún momento ha mostrado signos de sufrimiento ni de dolor.


Bubu lleva tres meses de tratamiento con la terapia floral, y cuál ha sido mi sorpresa cuando hace una semana, en la palpación rutinaria de los ganglios, he comprobado que ha desaparecido casi por completo la inflamación tan grave que tenía.


Me llena de alegría el ver que el tratamiento está siendo muy efectivo, y aunque sé que la enfermedad de mi perra no se puede curar, el hecho de que no esté sufriendo ni tenga síntomas de dolor, junto con la vitalidad que ha recuperado y que además ha aumentado de peso, me demuestra de nuevo que la terapia de Flores de Bach es un camino efectivo y lleno de esperanza.

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